La fama, los negocios y el morbo destruyen amistades: La historia de Jorge Masvidal y Colby Covington

La historia de ‘Chaos’ y ‘Gamebred’ es el claro ejemplo que tu mejor amigo puede convertirse en tu peor enemigo y terminar resolviendo las cosas con golpes.

Todos en la vida hemos tenido ese amigo incondicional que nos apoya en las buenas y en las malas, que te da la mano cuando te caes, que se alegra de verte triunfar y no siente envidia de tus logros y, por el contrario, te anima a seguir adelante. Bueno, esa era la amistad que alguna vez tuvieron Colby Covington y Jorge Masvidal cuando soñaban con llegar una compañía llamada Ultimate Fighting Championship y que hoy, irónicamente, son la pelea estelar con posiblemente la mayor cantidad de morbo que han tenido las MMA después de Khabib vs McGregor en 2018.

Toma asiento, ponte las gafas y prepárate, porque esto va para largo. Te voy a contar cómo estos dos personajes pasaron de ser amigos incondicionales a resolver sus diferencias con puños en la cartelera estelar del UFC 272.

Un gringo y un ‘casi latino’ que se volvieron mejores amigos por las MMA

Colby Covington nació el 2 de febrero de 1988 en California, pero creció en Oregón, donde entrenó lucha y se destacó por su excelente nivel. Se mudó a Iowa para hacer su carrera de sociología, pero allí también logró sobresalir en lucha olímpica consiguiendo un récord de 34 combates ganados sin derrotas y llevándose el campeonato de lucha colegial. Incluso, el estadounidense tenía objetivos de llegar a los juegos olímpicos, pero debido a que siempre estaba metido en problemas y peleas en la calle, no logró su objetivo.

“Yo tuve aspiraciones olímpicas, pero tenía muchos problemas en la escuela. Mi madre me golpeaba con una cuchara de madera y siempre me decía, ‘si quieres pelear ve y hazlo, pero que te paguen por eso’“. 

Al graduarse, Covington fue reclutado por el dueño del American Top Team, Dan Lambert, quién buscaba mejorar la lucha de sus peleadores y decidió empezar una carrera en MMA. Estando en una de las mejores academias del mundo, no podía dejar pasar la oportunidad e intentarlo. Allí consiguió un récord de 10-0 y logró llegar a la UFC.

Del otro lado, 4 años antes de  Colby, nacía Jorge Masvidalen la ciudad de Miami.  Si, ¡Masvidal no es latino! Nació en los Estados Unidos, pero muchos de sus seguidores creen lo contrario. Esto se debe a que su padre es cubano y su madre peruana, pero de estos solo tiene la sangre heredada, su amor por América Latina  y su excelso español con acento caribeño, un ‘casi latino’ en otras palabras. He aquí la razón de por que muchos lo consideran como ‘de la casa’ y la mayoría de sus fans provienen de este lado del mundo.

Además, a pesar de ser estadounidense, Jorge tiene muy arraigadas sus raíces debido a la historia de sus padres. Su papá, de quién contó salió exiliado de cuba, navegó durante días en un bote fabricado con una llanta de tractor para llegar a Islas Vírgenes y posteriormente a Estados Unidos, donde conoció a la madre de Masvidal.

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‘Gamebred’ no tuvo la vida de un joven promedio de este país, cuando tenía 4 años, su padre fue a la cárcel y no lo volvió a ver hasta que cumplió 20 años. Su madre siempre trabajó en la informalidad y Jorge no la veía seguido en casa, por lo que tuvo una infancia con poco dinero y sin modelo paternal a seguir.

“Yo solo iba a la escuela era para comer un desayuno garantizado, porque era gratis. Mi madre trabajaba muy duro para darme lo mejor pero no alcanzaba. Son memorias que no me gustan para nada porque me hacen hervir la sangre, pero las uso cuando voy a pelear”: Dijo Masvidal en 2017 en una entrevista para UFC Orígenes. 

Jorge sabía que, como muchas personas, no estaba hecho para estudiar porque su talento estaba en el deporte, sus calificaciones no le permitieron ganar becas ni surgir en como un atleta colegial. A pesar de haber hecho algo de lucha olímpica, en la escuela, pasó por disciplinas como esta y el Karate y parecía no encajar en ellas, hasta que conoció el boxeo en un viejo gimnasio de su barrio y allí fue donde se dio cuenta que su vida estaba en las peleas.

Aunque ya había hecho combates de MMA desde 2003 cuando debutó, Jorge luchó en dos ocasiones en el famoso patio de peleas callejeras de Kimbo Slice, donde logró vencer a su pupilo ‘Ray’. En 2009 llegaría a Bellator y posteriormente en Strike Force, donde se catapultaría a la UFC en para debutar en 2013.

 

Después de todo este contexto se preguntarán, ¿Cómo el ‘casi latino’ y el gringo se volvieron amigos? Bueno, pues en 2013 Covington llega reclutado por Lambert a la American Top Team, donde Masvidal entrenaba desde 2007. Allí ambos peleadores comienzan a forjar una amistad en la que Colby ayudaba a mejorar con su lucha a su amigo y Masvidal a este con su boxeo.

Una hermandad que se forjó entre derribos, golpes y fiestas

Desde ese momento, los peleadores comenzaron a compartir cientos de experiencias desde vivir en el mismo apartamento y entrenar todos los días, hasta salir de fiesta y ser la esquina del otro cada vez que peleaban. Pero sin duda era el boxeo de Colby el que crecía gracias a Jorge, al igual que el grappling del peleador de raíces latinas mejoraba gracias a la experiencia de Covington.

Aunque entrenaban juntos, pero en diferentes categorías (en ese entonces Masvidal era peso ligero), Covington admitió en varias ocasiones que su amigo fue un gran apoyo para el comienzo de su carrera. Ya que el dinero que le daban en la ATT por ayudar a entrenar otros peleadores no era suficiente para sostenerse y por eso apreciaba a Jorge, porque este le ayudaba a vivir mientras conseguía nombre y contratos en las MMA. 

“Es mi compañero de cuarto, mi mejor amigo y mi hermano. Yo le decía que lleváramos nuestras citas a McDonald’s por 1 dólar, pero el decía que cocináramos mejor. La presión estaba sobre él pero si anotábamos, se llevaba los puntos”. Decía Masvidal por el 2010 cuando eran amigos.

Ambos estuvieron siempre en la esquina del otro apoyándose mutuamente y creciendo en este negocio como deportistas durante 5 años, hasta que algo comenzó a cambiar.

La UFC creó al villano de Colby Covington y la amistad se comenzó a desmoronar

El 2017 marcaría un hito en la historia de Colby Covington y en su carrera como peleador con la UFC. A pesar de tener un gran récord en ese momento y ser un tipo prometedor en la división de peso welter, la compañía parecía no estar interesada en él, porque, según Covington, le habían comunicado que no era un atleta que generara interés para los fanáticos y que por eso lo iban a sacar de sus filas.

“Ellos me dijeron que me iban a sacar porque no vendía y no tenía un estilo entretenido, era demasiado estúpido, me dijeron que me iban a cortar el contrato luego de la pelea con Demian Maia sin importar lo que pasara. […] Fue muy duro, es un negocio despiadado”. Dijo Colby al periodista Ariel Helwani en The MMA Our,

Tras esto, Covington iniciaría su cambio de papel totalmente diferente al que venía haciendo. De pasar a ser un chico tímido, amigable y respetuosos con sus rivales y compañeros de gimnasio, se transformó en uno de los peleadores más odiados de toda la UFC tras vencer a Maia. Cuando finalizó el combate, ‘Chaos’ dio una de las entrevistas más polémicas y ofensivas que se han visto en la UFC.

“Brasil es un basurero, todos ustedes apestan animales sucios. Tyron Woodley, voy por ti cabrón”. Dijo en vivo y frente a miles de brasileños

El joven talentoso y tímido que la UFC no quería, había puesto su nombre en todos los medios deportivos. Además, causó el odio de los fanáticos presentes, quienes le lanzaron objetos al salir y hasta lo amenazaron de muerte en los días posteriores a la pelea.

Sin embargo, esto pareció funcionar ya que Colby renovó contrato y comenzó a volverse muy famoso por sus constantes burlas y ataques a otros peleadores, al igual que por su fanatismo con Donald Trump.

Desafortunadamente, sus palabras agresivas y actitudes con varios compañeros de la American Top Team comenzaron a chocar con Masvidal, quién tenía relación con ellos y decidió tomar con Colby. Mientras esto sucedía, Covington experimentaba el auge de su carrera con 5 victorias seguidas hasta 2017, Jorge por su parte parecía ir en declive, solo había ganado 2 y perdido 3 hasta el mismo año; y su relación con ‘Chaos’ ya no era notoria en redes sociales o en el gimnasio.

“No era un verdadero amigo, me usaba para mejorar su lucha y yo a él con mi boxeo. Nos usamos mutuamente”. Dijo Covington a Ariel Helwani 

Los sueños de ambos parecían verse truncados al mismo tiempo, ya que sus personalidades no encajaban dentro de su amistad y además estaban en la misma división de peso. Por lo que tarde o temprano tendrían que verse las caras. Según cuenta Colby, Masvidal también comenzó a sentir celos de su éxito y esta fue una de las razones de su distanciamiento.

‘Gamebred’ por su parte dijo que “Si un amigo te vende por dinero, en realidad nunca fue tu amigo”, haciendo referencia a que ‘Chaos’ hablaba mal de él y sus ex amigos de la ATT para conseguir revuelos mediáticos. En realidad nunca se supo cuando esta amistad se rompió en su totalidad, pero pareció ser entre 2018 y 2019, cuando Colby llegaba a la cúspide de su carrera peleando con Kamaru Usman por el título, mientras que Masvidal tenía un resurgimiento noqueando a Ben Askren y venciendo a Nate Diaz.

La fama, los negocios y el morbo destruyen amistades

Existieron muchos más detalles de esta gran historia, pero acá les he resumido lo más importante. Si les cuento todo seguramente no llegarán al final de este articulo, si es que no se rindieron ya en el intento.

En pocas palabras, esta amistad que comenzó aproximadamente en 2013 y que llevo a dos tipos a convertirse en dos de los mejores pesos welter de esta década, ‘se fue a la mierda’ por un Colby que consiguió la fama sin ningún tipo de respeto y lealtad. Pero también por un Jorge ‘tibio’ que prefirió ser callado y no abogar por quien supuestamente era su mejor amigo con tal de no verse afectado públicamente. 

En cuanto a los negocios, como diría Colby, “son despiadados”, y acá no importa quién seas desde que generes espectáculo y atraigas gente. Las MMA son un deporte espectacular lleno de disciplina y marcialidad, pero vamos, la marcialidad no te va a generar millones de dólares, por lo que el show es lo que importa. Ser peleador no es solo entrenar y luchar, es ser un hombre de negocios.

Y en cuanto al morbo, ¿Qué tiene que ver en todo esto? Bueno, Covington y Masvidal son dos peleadores fenomenales y sin duda están dentro del top 5 de los mejores welter del momento. Pero vamos, tu y yo sabemos que acá lo que vinimos a ver es a dos ex amigos resolver sus problemas a los golpes durante 25 minutos o menos. Si no fuera por ese morbo,  este combate seguramente no estaría encabezando el UFC 272 ni tu leyendo este intento de crónica.

¿Somos los culpables de que este combate tenga tanta relevancia? Lo dejo en sus manos y en sus comentarios.

 

Articulo escrito por: Fabio Huérfano, Admin MMArts.