“Éramos muy pobres, mi padre vendió todo en el pueblo para que triunfáramos”: Khabib habla sobre su padre en inducción a salón de la fama
Khabib Nurmagomedov habló sobre cómo la relación con su padre lo llevó al éxito de la UFC
Abdullmanap Nurmagomedov falleció en julio de 2020 por complicaciones de Covid-19, el padre del ex campeón de UFC ha sido uno de los entrenadores más notables y exitosos de Rusia en disciplinas como Sambo y MMA. Su hijo, Khabib, logró conquistar el peso ligero de la UFC como uno de los peleadores más dominaste que ha tenido la empresa, y esto fue gracias a su enseñanza.
“The Eagle” fue introducido al salón de la fama de la UFC por sus 4 defensas de título y en el homenaje habló sobre el legado de su padre.
“Crecí en un pueblo muy pequeño con una vida muy pobre. Mi padre, nos trajo del pueblo, vendió nuestra casa y me trae a mí, a mi hermano, a mis primos, eran casi como 15 personas del pueblo a la capital. Alquiló una casa muy grande y todos vivíamos juntos. Comíamos juntos. Íbamos a la escuela, volvíamos, entrenábamos, volvíamos, solo MI padre, tratando de invertir todo lo que teníamos. Tiempo, energía, dinero, invirtió en nosotros.
Nurmagomedov cuenta que su padre Abdullmanap tenía un pensamiento de apoyo hacia ellos y de forjar campeones, lo que llevó a que tuviera una relación de amor y éxito con todos sus alumnos.
“De esta casa vienen seis campeones mundiales, campeones de UFC, muchos campeones y muy buena gente porque papá invirtió todo lo que tenemos. Nos dio una buena educación. Nos dio buena oportunidad de aprender en buenas escuelas, universidad, invirtió todo lo que tenía. Toda su vida que estuvo haciendo, estuvo invirtiendo en la gente. Esta es una motivación muy grande para mí. Incluso ahora que terminé, en este momento estoy tratando de invertir en las personas. Porque esta es la mejor inversión”.
Según Khabib, para ellos solo había una meta, y era ser los mejores, la disciplina y el merecimiento eran un pilar fundamental para conseguir el éxito, según su padre.
“Recuerdo cuando le pregunté cuando era joven, tal vez de seis o siete años, fue una lección para toda mi vida: le pedí dinero, y él dijo ‘Está bien, te voy a dar dinero, pero tienes que merecer esto. “’¿Crees que te voy a dar todo lo que quieres? No, tienes que merecerlo. Fue una lección muy grande”
