Colby Covington – El villano oficial de la UFC
Si hay alguien que ha hecho del odio un personaje rentable en la UFC, ese es Colby “Chaos” Covington. Con un estilo agresivo tanto en el octágono como frente a las cámaras, el excampeón interino de peso wélter ha sido protagonista de múltiples declaraciones incendiarias, burlas de mal gusto y enfrentamientos personales, al punto de convertirse en uno de los peleadores más odiados… y vistos.
🇧🇷 El escándalo en Brasil: “Un basurero lleno de animales inmundos”
Su infame transformación en figura polémica comenzó tras su pelea en UFC Fight Night 119, el 28 de octubre de 2017 en São Paulo, Brasil. Después de vencer al ídolo local Demian Maia por decisión unánime, Covington tomó el micrófono frente a más de 10,000 aficionados brasileños en el Ibirapuera Gymnasium y lanzó una bomba verbal que lo cambiaría todo:
“Brasil es un basurero. Ustedes son unos animales inmundos.”
La reacción fue inmediata: abucheos masivos, insultos y hasta botellas volando en su dirección mientras salía del octágono. Desde entonces, Covington adoptó el papel de “heel” o villano definitivo del MMA, alimentando su personaje con odio, xenofobia, racismo y provocaciones constantes.
Enemistades reales y conflictos fuera del octágono
Colby ha llevado su personaje más allá de la pantalla:
- Ruptura violenta con Jorge Masvidal, su excompañero de equipo. La rivalidad culminó en UFC 272, pero continuó con una agresión de Masvidal fuera de un restaurante, que terminó en denuncias legales.
- Ha insultado a peleadores como Kamaru Usman, Tyron Woodley, Dustin Poirier y Leon Edwards, no solo por su nivel deportivo, sino con referencias personales, familiares e incluso racistas.
- Ha utilizado la política como herramienta de provocación: fan declarado de Donald Trump, aparece en público con la gorra MAGA y ha acusado a otros peleadores de “antipatriotas” por no apoyar sus posturas.
¿Real o show?
Algunos piensan que todo forma parte de una estrategia de marketing brillante para vender peleas; otros creen que Colby Covington cruzó los límites del entretenimiento y ha contribuido a normalizar un discurso de odio en el deporte.
Lo que es innegable es que “Chaos” ha hecho honor a su apodo: donde va, genera caos, titulares y reacciones extremas. Ya sea como contendiente o como provocador, su nombre nunca pasa desapercibido
